martes, 12 de enero de 2010

Zapatero alaba la eficacia policial en la última operación contra ETA

Nueve nombres. Nueve agentes caídos en acto de servicio durante 2009. Como los asesinados por ETA, Diego Salvá, Eduardo Puelles y Carlos Saenz de Tejada.

Hoy, sus viudas, hermanos y allegados han acudido al homenaje que la Presidencia del Gobierno les ha rendido en el Palacio de La Moncloa. Como cada enero desde hace tres años, cuando Fernando Trapero y Raúl Centeno fueron vilmente acribillados por terroristas mientras desayunaban en un local de Cap Breton (Francia). Con la ausencia notable de policías y guardias civiles agrupados en las asociaciones mayoritarias, en demanda de la mejora de sus condiciones laborales y por otras quejas hacia la gestión de Zapatero,Chacón y Rubalcaba -que han encabezado hoy el tributo a los agentes-, el ministro del Interior ha tomado la palabra ante las autoridades y presidentes de instituciones (del Tribunal Constitucional, el Congreso, el Senado y la Comunidad de Madrid, entre otros) para parafrasear a Cicerón: «En las dificultades y las horas de peligro es cuando la patria reconoce el justo valor de sus hijos».

«Acto breve, sencillo y austero», pero «imprescindible»Con las lágrimas bañando los rostros de anónimos y otros que pasaron tristemente a primera plana como Paqui Hernández, viuda del inspector de Policía Nacional «Edu» Puelles el fatídico 19 de junio pasado y su hijo, además del hermano del agente, el «ertzainta» Josu Puelles, Alfredo Pérez Rubalcaba ha empatizado con los familiares de las víctimas asegurando que sabe que «no hay experiencia más dolorosa que perder a un ser querido», pero los suyos «dieron la vida por salvar la nuestra. Eso no es otra cosa que el valor».

Tras Rubalcaba, Zapatero se ha dirigido a los familiares de los nueve agentes fallecidos mientras desarrollaban su trabajo. El presidente del Gobierno ha subrayado que «honrar a los que defendieron la patria es la mejor prueba de la unidad y fortaleza democrática de un país», por lo que aunque el Ejecutivo promueve que éste sea un «acto breve y austero», también es «uno de los más importantes del año».

El jefe del Ejecutivo ha entronizado en un «pedestal cívico» a las mujeres y familias que esperan a los que arriesgan su vida en su labor diaria -y para los que este acto hace también «más evidente la ausencia»-, ha lamentado, y ha querido reconocer a los nueve «servidores públicos» que perdieron su vida durante el año pasado. Ellos, como el resto de los agentes que componen las Fuerzas de Seguridad del Estado «imprescindibles», «gozan del apoyo y la admiración de la ciudadanía», cuando ponen de manifiesto su combate contra el terrorismo y la delincuencia. Zapatero ha querido resaltar la labor policial en la última operación contra los etarras en Francia y Portugal, evidenciando que esa lucha y «la eficacia de las Fuerzas de Seguridad ha vuelto a ocurrir en los últimos días».

A continuación y entre muestras de emoción contenida, el presidente del Gobierno, como también los han hecho Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, han saludado a cada uno de los familiares congregados en el Palacio de La Moncloa, a los que anteriormente había entregado una condecoración del Estado por la labor de «abnegación» de los valientes agentes muertos en servicio. «Su memoria engrandece a nuestro país», ha esbozado Zapatero.

Posteriormente, los compañeros de los agentes fallecidos han depositado una corona de flores en su memoria. «Unidos en el dolor y la memoria», había pronunciado Zapatero momentos antes, con las banderas de España y la Unión Europea presidiendo el acto.

Fuente: ABC

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