martes, 12 de enero de 2010

Las 3-D, en la tele de casa

La transformación estética de Belén Esteban, los goles de Cristiano Ronaldo, las intimidades de la casa de «Gran Hermano», los méritos enjuiciables de los aspirantes a convertirse en estrellas del espectáculo y hasta las sonrisas de Zapatero. Todos esos iconos de la televisión amenazan con transformarse en una experiencia tridimensional de hacerse realidad el apabullante alarde de tecnología y marketing presentado durante estos días en el CES («Consumer Electronics Show») de Las Vegas.

Sin esperar al final de la crisis, la cita obligada del CES -en el multimillonario cruce de caminos del ocio, la electrónica de consumo y lo digital- ha servido como plataforma para lanzar la próxima gran revolución de la pequeña pantalla: las 3 dimensiones. Un negocio, que tras la saturación de la alta definición, centra las ambiciones de fabricantes de televisores y algunas cadenas por lo menos de cara al mercado de referencia de Estados Unidos a partir de primavera.

Del cine al sofá

Todo parece confirmar que la apariencia de tres dimensiones, hasta ahora reservada a la industria del cine, ha acumulado suficiente ímpetu tecnológico como para plantearse su entrada en los hogares. Con ayuda de gafas especiales, la televisión más realista posible ha empezado a cobrar una cierta fama de inevitable y generar símiles con la transición de la tele al color.
Para facilitar ese ambicioso salto del cine al sofá de las 3-D se cuenta con el fabuloso éxito de la reciente película «Avatar» de James Cameron. Con un nivel de perfección visual no registrado desde que la primera película tridimensional -«Bwana Devil»- prometiese en 1952 «un león saltando a su regazo» y «un amante en sus brazos». Ya que existen avances tecnológicos que hacen de la tele en tres dimensiones algo más que una simple ilusión.

Gigantes como Sony, Panasonic, LG y Samsung han presentado en Las Vegas extensas ofertas de televisión 3-D. En buena parte animados por una positiva campaña navideña de ventas y los indicios sobre la disposición de los consumidores a pagar por traer rápidamente a sus casas la experiencia de la televisión tridimensional. Aunque en la transición hacia el color, se necesitase casi de una década para lograr un nivel de precios popularmente aceptables.

En Las Vegas, Sony ha presentado un total de 38 modelos diferentes de televisores 3-D, de 40 a 60 pulgadas. Además de una vistosa promoción de cara al mundial de futbol del 2010 que se jugará en Sudáfrica. Pero el propio responsable ejecutivo de la compañía, Howard Stringer, ha sido el primer en reconocer las incertidumbres que acompañan a esta intensa apuesta empresarial: «Tenemos cámaras en 3-D, juegos en 3-D, contenidos en 3-D y la compañía Imageworks que hace 3-D para otros estudios. Pero todas esas piezas son como las cuentas de un collar. No sabemos si el collar va a terminar siendo algo concreto y con beneficios».

Costes, gafas y contenido

Toshiba ha aprovechado para lanzar su serie de televisores ZX900, que prometen en tiempo real transformar imágenes en dos dimensiones al formato 3-D. La llamada «Cell TV» presume de un poder de procesamiento de imágenes 143 veces mayor que el de otros modelos de televisores. Pero su prohibitivo coste inicial en el mercado de Japón es de aproximadamente unos 7.000 euros por unidad.

Panasonic, el mayor fabricante mundial de televisiones de plasma, se plantea reducir precios adaptado esa tecnología al formato 3-D. Mientras que Samsung ha optado por el desarrollo de pantallas más delgadas y eficientes tipo LED para su desembarco tridimensional. Además de aliarse con los estudios de animación de DreamWorks para el lanzamiento en exclusiva de la película «Monster versus Aliens» en disco Blu-ray de 3-D.


La Asociación de Electrónica de Consumo de Estados Unidos ha divulgado un estudio en el que estima que en el plazo de tres años, hasta un 25% de los nuevos televisores serán 3-D. Pero analistas del sector no dejan de cuestionar el volver a pasar por los altos precios que tuvieron al principio las televisiones planas y el requisito de utilizar gafas especiales.

Junto a estas cuestiones abiertas, otro frente clave para toda esta prometida transformación televisiva es la oferta de programación en tres dimensiones. Walt Disney, el conglomerado de los deportes ESPN y Discovery han anunciado planes para empezar a emitir en 3-D. Pero las previsiones iniciales apuntan a que el disfrute de las tres dimensiones en televisión vendrá a partir de discos, ya que los grandes canales tradicionales disponen de infraestructura limitada para sostener el nuevo formato.

Con todo, para este año de recuperación económica, se espera que salgan a la venta un millón de televisores 3-D en todo el mundo. Aunque se trata de una fracción dentro de un mercado que aspira a superar los doscientos millones de unidades en el 2010, para Gary Shapiro, presidente de la Asociación de Electrónica de Consumo, lo importante es que «ahora se vislumbra luz al final del túnel y es la luz brillante de la innovación».

Fuente: ABC

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