martes, 12 de enero de 2010

Cómo «proteger» tu bolsillo de las rebajas

Ya es oficial, las rebajas han comenzado. Aunque desde antes de Reyes algunos establecimientos ya habían empezado a tentar al consumidor con descuentos para fomentar las compras navideñas, en las que este año se ha mirado más el céntimo de euro.

Más de uno se aprovechará y con el mismo dinero con el que ayer se compraba un abrigo se llevara hoy también la bufanda, aunque no podrán «ahorrarse» las colas que se forman en los probadores y en las cajas.

Pero si no queremos que la tarjeta o el monedero acabé tiritando, debemos pensar de antemano cuánto nos queremos gastar y evitar comprar productos simplemente por el hecho de que sean baratos. Las organizaciones de consumidores recomiendan priorizar la necesidad, la calidad y el precio por encima de la sensación de ahorro porque, a veces, aunque exista el descuento, el producto puede seguir resultando caro.

Organizaciones como Facua-Consumidores en Acción advierte sobre las «posibles ofertas fraudulentas». En este sentido, hay que prestar especial atención al etiquetado ya que se pueden presentar como rebajados productos que no habían estado antes a la venta o manipular el etiquetado para hacer creer que su precio original era mayor que el real. Incluso puede que se oferten artículos traídos exclusivamente para venderse en estas fechas. Todas ellas son prácticas ilegales que vulneran las normativas en materia de Comercio y Publicidad. Lo correcto, por tanto, es que los objetos rebajados muestren su precio original junto al rebajado, o bien indiquen de forma clara el porcentaje de la rebaja.

Cuidado con las grandes ofertas

Estos días podemos ver en los escaparates carteles que anuncian descuentos de «hasta el 70%». Cuidado con estos «chollos» porque, en ocasiones, sólo un reducidísimo porcentaje de productos alcanzan esa rebaja. También es importante comparar calidades y precios en distintos comercios y tener en cuenta que lo que merma en las rebajas son los precios no la calidad y garantías de los productos.

Además, si un establecimiento utiliza determinados productos como reclamo en su campaña publicitaria de rebajas debe tener a la venta una cantidad acorde a la demanda que pueda generar su publicidad. Si no es así, el cliente tiene derecho a exigir que en un breve periodo de tiempo se le proporcione el citado artículo u otro de las mismas o superiores características al mismo precio.

Conserve siempre el ticket de compra, ya que lo necesitará para cualquier reclamación o cambio. En este sentido, antes de pagar, infórmese de si se admiten cambios o devoluciones y en qué condiciones. El servicio postventa y la aplicación de la garantía deben ser los mismos, independientemente de que compre el producto durante las rebajas.
Pero si finalmente tienes algún problema en este periodo y no consigues un acuerdo amistoso, no dudes en pedir la hoja de reclamaciones (debe tenerlas cualquier establecimiento) para hacer visible tu queja.

Fuente: ABC

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