La Línea 9 de Metro estrenará hoy su primer tramo, que comprende las paradas de Can Zam, Singuerlín, Església Major, Fondo y Can Peixauet, en Santa Coloma de Gramenet. Con motivo de este acontecimiento, en los accesos a las estaciones se repartirán billetes especiales para dos viajes en un mismo día, válidos hasta el 28 de febrero.
Las cinco nuevas estaciones tienen casi cuatro kilómetros de túnel y conectarán los diferentes barrios de Santa Coloma, a la vez que permitirá a los usuarios conectar con la Línea 1 en Fondo. Inicialmente, los trenes circularán cada seis minutos, entre las 6 y las 22 horas.
Los trenes de la L9 no llevan conductor, sino que están controlados y programados desde el centro de mando de La Sagrera. La conducción automática se utiliza en otras ciudades como París, Dubai y Singapur, pero esta será la primera experiencia estatal.
Los andenes tienen mamparas con puertas en el umbral de la zona de vías que incorpora un sistema coordinado con las puertas de los trenes, para que se abran y se cierren a la vez. La L9 será la primera línea con ascensores inteligentes, coordinado con las salidas y llegadas de los convoyes.
Con un recorrido de 47,8 kilómetros y 52 estaciones, la L9 será la línea de Metro más larga de Europa. Según las previsiones, en el primer trimestre de 2010 entrará en servicio el tramo de Badalona, con las paradas de Gorg, La Salut y Llefià, así como la estación de Bon Pastor en Barcelona. Antes de verano llegará a Onze de Setembre y al intercambiador de La Sagrera.
Los trabajos continúan en el resto de la infraestructura con el fin de que entre en funcionamiento completamente en 2014. Ya se han construido 34 de los 50 kilómetros de longitud de esta línea, se han completado nueve estaciones y se encuentran en construcción el 80% del total, según datos de Política Territorial y Obras Públicas. Se prevé que utilizarán la L9 una media de 350.000 personas al día, y el presupuesto de construcción de la línea es de 6.500 millones de euros.
Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) destacó en un comunicado que las pruebas para la puesta en servicio comercial de la L9 obtuvieron un resultado positivo. El periodo de pruebas duró cerca de un año, que es el tiempo habitual de puesta a punto de las líneas de metro automáticas en el mundo.
Las últimas semanas se intensificó la formación del personal y la semana pasada hubo una sesión especial de ensayo de diversas situaciones problemáticas durante la circulación. Con la participación de empleados y más de 500 figurantes, se simularon averías, aglomeraciones, actos incívicos, evacuaciones de estaciones y de tren, además de la circulación normal del metro.
Fuente: El Mundo
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