Creía que había pasado seis días sepultado y llevaba once. Exantus Wismond, dependiente de un comercio de la calle Dessalines, ha salido con vida once días después de quedar enterrado bajo los tres pisos de un edificio que se vino abajo.
Esta misma mañana lo que queda del gobierno haitiano, representado por su ministra de Comunicación, Marie Laurence Lassec, desmintió que hubieran terminado las operaciones de rescate, como erróneamente se había anunciado ayer. Los hechos parecen haberle dado la razón.
Fueron unos saqueadores de los que abundan por el "Centre Ville" los que en la mañana del sábado advirtieron que salían voces o ruidos de entre las ruinas y dieron el aviso a un periodista griego que pasaba por allí, quien a su vez pasó la voz a un equipo de socorristas de su país.
Exantus, el "resucitado", tiene un hermano que nunca perdió la esperanza: Jean Pierre cuenta que pasó por el derruido comercio una y otra vez, un día y otro, porque algo le decía que su hermano, "el que más quería", estaba vivo. Sus otros tres hermanos habían tirado la toalla casi desde el principio.
Jean Pierre cuenta además que tuvo un sueño: en él, Exantus le recriminaba que lo hubieran dejado solo, y él le respondía: "No, hace mucho que te buscamos por todas partes, pero no sabemos dónde estás". Cuando los equipos de rescate griegos pidieron ayuda a un grupo de franceses -de bomberos, la gendarmería y la Protección Civil-, pudieron establecer comunicación con Exantus y trajeron a Jean Pierre para que hablara con él. "Me preguntó por todos los hermanos, por mi padre y mi madre, para saber si estaban bien. Yo le dije que sí, pero no le conté que nuestra casa se ha venido abajo", cuenta Jean Pierre, antes de añadir en inglés: "I am hungry" (tengo hambre). La búsqueda de Exantus ha durado siete horas. Hubo tiempo para que se llenara la calle de periodistas y para que un grupo de marines estadounidenses intentaran desplazar a los franceses en este concurso de héroes en que se han convertido los rescates en Haití. "Se había quedado encerrado en una cavidad formada por varios bloques de hormigón. Tuvimos que taladrar el hormigón con mucho cuidado y luego apuntalar el espacio vital en que se encontraba, porque los escombros de los tres pisos sostenidos en un precario equilibrio podían aplastarlo de nuevo", explicó el oficial Fradian, de la Protección Civil francesa.
"Debido a la oscuridad, se pierden todas las nociones del espacio y el tiempo. El chico creía que llevaba seis días sepultado cuando en realidad son once", relató por su parte el teniente Courrier, del mismo cuerpo. Al salir Exantus en una camilla, los socorristas franceses y griegos pidieron silencio a todos los asistentes. Cuando por fin su camilla entró en la ambulancia, el público, espontáneamente, prorrumpió en aplausos. Jean Pierre entró en la ambulancia para acompañar a su hermano, "el más querido", el resucitado, mientras la ambulancia dejaba atrás su tumba.
Exantus ha sido rescatado y devuelto a la vida. El pobre no sabe que su casa de la calle Moises, barrio de Cristo Rey, ya no existe. Cuando se restablezca, Exantus tendrá que buscar un lugar en la calle junto a sus hermanos y primos que han perdido todo, pero han encontrado al que creían perdido para siempre.
Fuente: ABC