lunes, 11 de enero de 2010

Nuevas pruebas confirman la existencia de «galaxias oscuras»

La galaxia VIRGOHI 21 no es como las demás. De hecho, ninguna estrella brilla en su interior y ninguna luz que un telescopio pueda captar revela a los astrónomos su presencia. Sin embargo, una gran cantidad de radio ondas, en la frecuencia del hidrógeno, no dejan lugar a dudas. La galaxia está allí, y no es de las pequeñas. Su masa, en efecto, es más de diez mil millones de veces la de nuestro sol. VIRGO HI 21 es, ni más ni menos, una galaxia de materia oscura, invisible a la vista, pero tremendamente real. La imagen, obtenida con el telescopio Isaac Newton, en las Islas Canarias, indica (con una línea roja) el perfil de la extraña e invisible masa de materia que forma la galaxia.

Los últimos datos obtenidos por los científicos, en este caso un grupo de astrónomos de la universidad británica de Cardiff, usando el radiotelescopio Westerbork, en Holanda, no solo confirman la existencia de esta «galaxia oscura» (la primera jamás observada por el hombre) a cincuenta millones de años de la Tierra, sino que explican también la razón por la que otras galaxias de la vecindad aparecen deformadas, como si alguien estuviera tirando de ellas y las alargara.


VIRGOHI 21 está rotando, y los efectos que produce a su alrededor se corresponden con los que causaría una cantidad de materia diez mil millones de veces más masiva que el Sol. Apenas un uno por ciento de toda esa masa es el hidrógeno cuyas radio ondas han podido medir los científicos. El 99 por ciento restante es materia oscura, algo sobre lo que la Ciencia aún tiene muy poco que decir.


Un misterio de décadasLa enorme gravedad de esta galaxia sin brillo podría ser la llave para descifrar un misterio que desafía a los astrónomos desde hace décadas: la extraña forma alargada de la cercana galaxia NGC 4254 (bajo estas líneas) que tiene uno de sus brazos espirales mucho más largo que los demás, algo que sólo sucede debido a la influencia gravitatoria de otras galaxias vecinas.


Sin embargo, a simple vista, NGC 4254 está sola en su región de espacio, por lo que su forma alargada no tenía explicación hasta que fue detectada su tenebrosa compañera. VIRGOHI 21 sería, en efecto, la responsable del «estiramiento» de NGC 4254.

«La teoría de la galaxia oscura explica ambas cosas -asegura el astrónomo Robert Minchin, del Observatorio de Arecibo -. tanto la observación de hidrógeno en VIGOHI 21 como el misterio de NGC 4254».


El desmesurado brazo galáctico de NGC 4254 está formado, según los científicos, por gas que es literalmente «arrancado» de esa galaxia por su oscura compañera, formando una especie de «puente» entre ambas y estirando el brazo de la galaxia espiral. Sin embargo, debido a la ya citada rotación de VIRGOHI 21, la unión entre ambas estructuras será temporal. A medida que la compañera oscura se mueva, ambas se separarán y el largo brazo será reabsorbido por su legítima dueña.


Existen otras teorías para explicar el inusual fenómeno, pero ninguna de ellas es capaz, a la vez, de explicar todas las observaciones. Así que a partir de ahora, y para confirmar definitivamente su existencia, los astrónomos intentarán localizar otras galaxias oscuras en otros lugares del Universo. Y esperan encontrar un buen número de ellas durante los próximos años.

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